La semana pasada os hablamos de la protección contra los rayos UVA que ofrece un toldo. Esta semana queremos hablar de un tema menos relevante pero significativo en la misma medida: la atmósfera lumínica que genera un toldo según la lona usada.
Sabemos que los colores influyen en los estados anímicos de las personas y, por lo tanto, contribuyen en nuestro bienestar. Es por ese motivo por el cual pintamos las paredes de nuestro hogar a conciencia o raramente encontraremos el rojo en la sala de espera de cualquier clínica. De la misma manera, debemos atender al tipo de lona que conformará nuestro toldo, en función de la atmósfera que queramos crear:
- Ambiente fresco
- Ambiente temperado
- Ambiente caluroso
Cualquier lona, filtra la luz y genera, según su color, una luminosidad distinta. Los colores amarillos, avivan los matices de la luz ofreciéndonos una impresión de calidez. En cambio, los azules, enfrían dichos matices, obteniendo como resultado un clima fresco.
Habitualmente, las personas nos sentimos atraídos por los ambientes cálidos, que nos estimulan a relacionarnos y a permanecer en ese ambiente. No obstante, si tu toldo está pensado para una terraza, ya sea en la plaza del pueblo o cerca del mar, os aconsejamos que utilicéis verdes y azules y así ofrecer al cliente una tregua a las altas temperaturas; una zona de frescura y relax.
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