Ya hemos hablado en este blog de la importancia de hacer uso de los cobertores de piscina en los meses en los que no se haga uso de la misma, con el objetivo de cuidar el agua y tenerla lista para cuando lleguen los meses estivales. Ahora, hablaremos sobre los dos tipos de cobertores existentes, empezando por el opaco.
Los cobertores opacos impiden el paso de los rayos del sol al agua, lo que reduce considerablemente la posibilidad de que proliferen microorganismos en ella. Fabricados en poliéster revestido de PVC y tratamiento anti UV, las diferencias entre cobertores suelen residir en la relación entre peso por metro cuadrado, aumentando directamente su precio y resistencia cuanto mayor es dicho número.
Es muy importante que los cobertores cuenten con rejillas dedicadas a desaguar el agua acumulada por la lluvia o una mala colocación, dado que así evitaremos las molestas balsas que podrían comprometer el buen estado del mismo o de los enganches. La forma del cobertor puede ajustarse a la de la piscina, aunque usualmente son cuadrados debido a que este es el tipo de piscina más común.