Un toldo es uno de los elementos más importantes en las casas o negocios, en especial en aquellas zonas de España en las que el calor azota con fuerza a partir de los meses de primavera hasta bien entrado el otoño. Gracias a su instalación, los inquilinos pueden disfrutar y hacer uso de las zonas al aire libre sin que su bienestar ni su salud se vean comprometidos. Además, el toldo puede convertirse en un elemento estético y de decoración si se elige bien el color y el modelo de tela.
Sin embargo, todas las ventajas decorativas y estéticas que pueda tener un toldo se difuminan si cuando lo abrimos o cerramos emite un chirrido estridente que despierte hasta al vecino más dormilón. Un toldo es un elemento expuesto a las adversidades del clima, por lo que la lluvia, la nieve, el viento o el propio sol afectan de manera importante a los mecanismos de apertura y cierre, provocando pérdidas de lubricación y la aparición de óxido.
Para prevenirlo existen varios consejos que harán que no tengas que preocuparte por ello. El primero es, por supuesto, que engrases y lubriques adecuadamente los elementos de apertura y cierre del toldo para que sus movimientos sean fluidos. Además, es recomendable cerrar los toldos en los días de lluvia o nieve para evitar la formación de óxido. Por último, en caso de no poder solucionar los problemas de ruido al manipular el toldo, avísanos y revisaremos tu toldo para solucionarlo rápida y eficazmente.