Seguramente te estarás preguntando cómo puede acabar un chicle en la tela de tu toldo. ¿Parece imposible verdad? Pues no lo es tanto: cualquier vecino -algo maleducado, ciertamente- de algún piso superior puede haber tirado su chicle por la ventana sin que éste haya conseguido llegar al suelo gracias a tu toldo. Si vives en un bajo o tienes un negocio con toldos al alcance de la mano, algún desaprensivo también puede decidir que ese el mejor lugar para depositar su chicle usado.
Sin embargo, no te preocupes. No es tan difícil de eliminar como parece, y en tan sólo unos minutos y con algo de jabón líquido lo tendrás solucionado. El jabón puede ser tanto de lavar las manos como de la ropa, y deberás tener a mano un cepillo de cerdas duras y algo para retirarlo (una espátula, por ejemplo).
Aplica el jabón en la zona donde esté pegado el chicle, y a continuación frota bien fuerte para que éste penetre en la goma. Por último, retira el chicle raspando por debajo hasta conseguirlo. Si se te resiste, añade otra tanda de jabón y repite los pasos. Además, si dejas el jabón hacer su efecto durante unos minutos, te será más fácil retirarlo.